Comisiones Obreras de Andalucía | 14 junio 2025.

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    CCOO denuncia que siguen existiendo aulas prefabricadas en Málaga

      El Sindicato de Enseñanza de CCOO de Málaga se ha concentrado hoy junto con las familias del alumnado de la Sección de Educación Secundaria Obligatoria (SESO) Las Dunas de las Chapas, en Marbella, en protesta por el retraso en la construcción del nuevo instituto.

      14/06/2022.
      Imagen de la protesta

      Imagen de la protesta

      A menos de dos semanas para que acabe el curso 2021/2022, el alumnado de la Sección de Educación Secundaria Obligatoria (SESO) del IES Las Dunas de Las Chapas va a terminar otro curso más en aulas prefabricadas. Para la secretaria general del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Málaga, Yolanda Gamero, “esto es un ejemplo más de la falta de planificación de nuestra Administración educativa, que no tiene la previsión necesaria para proyectar centros que puedan albergar a todo el alumnado que en unos años acabará sus estudios de Primaria, llegando el momento de pasar a la ESO, sin un centro con las debidas instalaciones, o bien construyendo institutos de educación secundaria que ya nacen pequeños”.

      “Las familias de esta SESO”, ha añadido la líder sindical, “están ya cansadas de falsas promesas, llevan desde 2019 con protestas todos los cursos, y consideran que estas caracolas, como se conoce a las aulas prefabricadas, siguen sin ser un buen espacio para los estudiantes, por mucho que se reparasen las deficiencias que presentaban en sus inicios”.

      Además, CCOO también pone el foco de atención sobre el hecho de que en estas instalaciones no se cuenta con los espacios necesarios para poder impartir una educación de calidad, como biblioteca, talleres, sala de recursos audiovisuales, laboratorios, pistas deportivas, etc. “Igualmente, el profesorado y el personal educativo carecen de espacios de trabajo adecuados, como departamentos con sus recursos necesarios, sala de profesores debidamente acondicionada, etc”, ha criticado Gamero.

      Hace ya dos años, en 2020, los presupuestos de la Junta de Andalucía no contenían ninguna partida para las obras de un nuevo centro que albergase a estos escolares. Al mes de la puesta en funcionamiento de estas aulas en el curso 2019/2020, y ante las protestas de las madres y los padres, la Delegada de Educación de Málaga, Mercedes García, ya anunció que se estaban cumpliendo debidamente todas las fases del proyecto, y que para 2022 el alumnado ya tendría su nuevo instituto. En aquel entonces las familias ya pedían agilizar los trámites, porque consideraban que era demasiada la espera. Pero no fue hasta el mes de octubre de 2021 cuando se concedió la licencia de obra para la construcción, y el 4 de febrero de este año el difunto Consejero de Educación, Javier Imbroda, colocaba la primera piedra del centro, sin la seguridad de poder cumplirse los plazos.

      Y lejos de eliminar estos barracones, la Administración educativa se ha comprometido, a petición de las familias, a ampliar su número con objeto de evitar que los alumnos de la zona que vayan llegando a Secundaria sean repartidos en otros centros mientras se construye el nuevo instituto. En una reunión con la Delegada de Educación, las familias fueron informadas de que el nuevo instituto estará listo para el comienzo del curso 2023-24. Sin embargo, las familias están reticentes y no quieren aparcar las movilizaciones de protestas.

      Y es que estas familias, están ya cansadas de tantas carencias, y no olvidan que tuvieron que movilizarse en el primer trimestre del presente curso para solicitar a la Administración un conserje después de estar seis meses sin este personal tan necesario en los centros educativos.

      CCOO recuerda que el PP denunció en 2017 este mismo asunto de las aulas prefabricadas, y que la inacción de la que culpaban al Gobierno de entonces no han hecho más que repetirla. Además, critica que siguen existiendo numerosos centros educativos malagueños sin la adecuada climatización, una situación que sufrirá tanto el alumnado como el personal que trabaja en estos centros, especialmente en los periodos de frío y calor, que son, debido al cambio climático, cada vez más extremos y prolongados.