Comisiones Obreras de Andalucía | 27 julio 2025.

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    La plantilla de Hitachi Energy muestra su hartazgo con la política de chantaje de la empresa

      El comité de empresa de la fábrica cordobesa, presidido por CCOO, denuncia que mientras se venden a bombo y platillo las grandes inversiones que se van a acometer en la planta, la Dirección de la empresa pretende imponer drásticos recortes en el convenio que se está negociando y presiona a los sindicatos con continuos despidos con los que amedrentan a la plantilla.   

      25/07/2025.
      La plantilla de Hitachi exige a la empresa una negociación desde el respeto y no desde la manipulación y el chantaje.

      La plantilla de Hitachi exige a la empresa una negociación desde el respeto y no desde la manipulación y el chantaje.

      La plantilla de Hitachi Energy en Córdoba ha mostrado hoy su hartazgo con la política de chantaje que viene ejerciendo la empresa en los últimos meses, una política con la que pretende imponer recortes en derechos laborales en el nuevo convenio colectivo que se está negociando en la actualidad.

      El comité de empresa de Hitachi Energy Córdoba, que preside CCOO, afirma que mientras se venden a bombo y platillo las inversiones millonarias que va a realizar la empresa en la fábrica cordobesa con ayuda de la Junta de Andalucía, inversiones que son bienvenidas, la firma presiona a la representación sindical para que acepte un empeoramiento de las condiciones laborales. Así, la empresa ha decidido externalizar la calderería, cuando Hitachi tiene una línea de calderería en Bilbao, lo que supondrá la pérdida de puestos de trabajo directo que serán sustituidos por los de una subcontrata con peores condiciones laborales.

      Una de las formas en las que la empresa viene presionando al comité, conformado por CCOO, con 10 delegados y delegadas, UGT, con 6, y USO, con 2, es el goteo de despidos que se vienen produciendo en la fábrica de Córdoba, paradójicamente, al tiempo que anuncia la creación de cientos de puestos de trabajo gracias a la futura ampliación de la planta. 

      La última jugada de la empresa ha sido la no renovación del contrato a cuatro compañeros. Para el comité, es incomprensible que se despida a cuatro trabajadores cuando tienen ofertas de empleo en distintas plataformas y cuando nos están obligando a trabajar fines de semana precisamente porque les falta mano de obra. La no renovación de los contratos de estos cuatro trabajadores y el incumplimiento del convenio colectivo en el caso del personal de oficina son, para los sindicatos, formas de amedrentar a la plantilla para que fuercen a sus representantes sindicales a aceptar un empeoramiento de las condiciones laborales.

      Ante esta política de presión continua, de amenaza y de abuso, los trabajadores y trabajadoras de Hitachi quieren hacer llegar a la ciudadanía cordobesa que no es oro todo lo que reluce, que las inversiones no se pueden hacer a costa de los trabajadores y trabajadoras, de un empeoramiento de sus condiciones de trabajo.

      Hitachi no está jugando limpio, están negociando de mala fe. Sin ir más lejos, han introducido un cambio en el convenio colectivo vigente que no ha sido negociado y que acaba con la revisión salarial pactada, que era del IPC más un punto, una cuestión que los sindicatos ya han llevado al Sercla, que se cerró sin avenencia.

      La actitud de la empresa se ha puesto en evidencia hoy mismo. Ayer sufrieron una avería eléctrica que ha obligado a detener la actividad de producción y, sin embargo, han obligado a trabajar a la subcontrata de mantenimiento en el exterior de la fábrica, sin las condiciones de protección ante el calor mínimas, por lo que el comité ha hecho patente su queja y ha advertido que lo pondrá en conocimiento de la Inspección de Trabajo.

      El comité de empresa vuelve a exigir a la Dirección de la empresa y a sus responsables de Recursos Humanos que abandonen la política de acoso y manipulación que vienen practicando, respeten los derechos laborales consolidados y se sienten a negociar desde el respeto a la parte social y a los trabajadores y trabajadoras, que son la solución y no el problema.