Comisiones Obreras de Andalucía | 25 mayo 2025.

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    CCOO pide triplicar la plantilla de profesionales que atienden la diversidad en los centros escolares

      El Sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba afirma que en la provincia hacen falta unos 160 orientadores escolares solo para poder evaluar a todo el alumnado que pueda necesitar una atención educativa específica. Sin bajar ratios y mejorar las plantillas es imposible atender las necesidades del alumnado y llevar a cabo una integración real y efectiva.

      20/04/2022.
      Imagen de la rueda de prensa sobre Atención a la Diversidad en los centros escolares

      Imagen de la rueda de prensa sobre Atención a la Diversidad en los centros escolares

      El Sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba ha puesto de manifiesto hoy la necesidad de triplicar la plantilla de profesionales que atienden a la diversidad en los centros escolares. Según el secretario General de este sindicato, Francisco Cobos, harían falta unos 160 orientadores escolares solo para poder dar cobertura a la población escolar actual, a los que habría que añadir profesionales de Pedagogía Terapéutica (PT), de Audición y Lenguaje (AL) y Técnicos de Integración Social (PTIS), así como personal sanitario (médicos y enfermeros) y educadores sociales.

      “Sin recursos económicos y sin recursos humanos no puede haber incluso. Hace falta dotar a los centros públicos de medios materiales y humanos porque estamos hablando de un espectro muy amplio de necesidades: Autismo, Hiperactividad, Déficit de Atención, discapacidad física, sensorial o intelectual, etc. y necesitamos personal formado porque no todos los niños y niñas necesitan los mismos apoyos y los mismos recursos”, remarcó el responsable sindical.

      Los equipos de orientación educativa (EOE) están “absolutamente saturados” y “no son capaces de atender las necesidades que generan los centros en Educación Infantil y Primaria porque un solo orientador lleva hasta 7 ú 8 colegios” y esto tiene una importante repercusión sobre los escolares, ya que “no están siendo capaces de sacar su máximo rendimiento educativo, emocional y afectivo porque los orientadores no tienen capacidad de llevar al día los dictámenes e informes”.

      “Cuando hacemos visitas a los centros vemos la desesperación de verdaderos profesionales que aman su trabajo, porque ser orientador o profesor de PT o AL es un trabajo enorme y gratificante pero muy duro, porque no pueden dedicar el tiempo que los niños y niñas necesitan. Nos encontramos con AL que comparten cuatro centros educativos en distintas localidades, con PT con 30 alumnos y alumnas, orientadores con 650 alumnos. En el IES Emilio Canalejo de Montilla una sola orientadora atiende a 1.100 estudiantes. Una verdadera salvajada, una aberración académica”, afirma Cobos quien explica que la falta de orientadores en las primeras etapas educativas impide evaluar correctamente a muchos alumnos y alumnas que llegan a la Secundaria sin dictamen y sin contar con un plan educativo específico y en esta etapa abandonan los estudios solo porque no han tenido la atención que necesitaban.

      En este sentido, el responsable de Pública Docente del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba, Manuel Luna, exigió a la Consejería que cumpla la norma. “La LOMLOE reconoce el derecho fundamental a la inclusión y habla que esa inclusión se llevará a cabo dotando de recursos a los centros educativos”.

      Por otra parte, la especialista en Atención a la Diversidad Eva Rodríguez criticó que la falta de medios y de organización de los recursos está provocando continuos desplazamientos de los profesionales. “La Junta, en el mes de junio, puede organizar perfectamente todos los recursos de los especialistas para atender a este alumnado pero llega septiembre y nos encontramos con PT o AL a los que se les asigna un centro y llega octubre o noviembre y los desplazan, incluso con su plaza definitiva. Esto es una barbaridad porque empiezan un trabajo con un grupo de alumnos, con sus programas específicos y, de repente, los desplazan y no pueden hacer el trabajo planificado”.

      Rodríguez apuntó que el argumento de la Junta es que el personal especializado “está a disposición de la administración y en cualquier momento a un orientador, a un PT o a un AL les pueden decir que se vayan a otro centro a trabajar pero esto es poner parches y es un desbarajuste que está consiguiendo que estos profesionales cada vez estén más desmotivados”.

      “A la Consejería, este alumnado que da ‘problemas’ en los centros, en todos los niveles, conductual, de aprendizaje, etc. no le interesa porque si realmente apostara por él y le interesara dotaría a los centros de recursos”, hizo hincapié Rodríguez que puso como ejemplo la situación que se vive en Benamejí, en donde “una AL atiende a 33 alumnos en sesiones grupales, de 4 ó 5 alumnos porque no tiene tiempo para más y atiende una hora a la semana a un niño con trastorno del lenguaje. Esto no sirve para nada. Esto solo sirve para que la Consejería diga que existen los recursos y que el alumno está atendido y callar bocas a las familias”.

      Igualmente, CCOO pide una bajada de ratio. “Si en un aula de 25 alumnos hay una media de 5 alumnos con necesidades educativas específicas, cómo se puede atender a todos, eso es imposible”, afirma Rodríguez quien pide a la Consejería también que exija una formación complementaria al profesorado sobre pedagogía terapéutica y audición y lenguaje porque estamos viendo que se están incrementando las necesidades y necesitan contar con herramientas para atender sus necesidades”.

      Por ello, CCOO pide un orientador por colegio, con una ratio máxima de 200 alumnos por orientador, para poder atender a todo el alumnado e impedir que haya estudiantes que accedan a la ESO sin un dictamen escolar en el caso que lo requieran. Los PT y AL deberían tener un máximo de 12 alumnos y también hay que aumentar la plantilla de PTIS porque no pueden atender a 5 ó 7 niños a la vez. “Si no dotamos de más recursos a los centros, por mucho que se hable de inclusión, esto es una utopía. Ya era una utopía la integración, imaginad la inclusión, que supone que el niño con necesidades educativas específicas tiene que estar en el aula ordinaria trabajando de manera adaptada con su especialista”.