Comisiones Obreras de Andalucía | 23 octubre 2025.

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    Artículo de opinión

    Políticas sanitarias que cuestan vidas

      La crisis de los cribados del cáncer le ha estallado en las manos al Gobierno andaluz, pero no por ello deja de ser algo que se veía venir de lejos pues no es más que el resultado de su política de deterioro de la sanidad pública andaluza. En CCOO no hemos dejado de advertir que esa política privatizadora tendría consecuencias a corto plazo, como ya se evidenciaba en el informe que hicimos público en primavera en el que quedaba patente que la sanidad pública andaluza mostraba muchos indicadores (de inversiones, de morbilidad, de mortalidad, etc.) peores que la mayoría de comunidades autónomas.

      20/10/2025.
      Paciente oncológica Fuente: Freepik

      Paciente oncológica Fuente: Freepik

      Cabe recordar que, antes, la sanidad pública, aunque siempre mejorable, era muy buena en Andalucía, ganada con el esfuerzo de una población y unos profesionales que tenían muy claro que un sistema sanitario público robusto y de calidad era la mejor herramienta para generar igualdad en una sociedad con muchas desigualdades. De hecho, se basaba en unos cimientos muy sólidos como era la Atención Primaria, que hasta hace unos años gozaba de mucho prestigio. En cambio, los recortes llevados a cabo por el Gobierno andaluz de manera continuada y progresiva (para que se noten menos), la pandemia y un lustro de políticas sanitarias basadas en el aumento del gasto farmacéutico (que ha supuesto grandes beneficios para las empresas farmacéuticas), y la externalización de servicios públicos hacia la sanidad privada han provocado un sistema sanitario público andaluz con muchos déficits.

      El Gobierno andaluz siempre ha pensado que solucionando el gran problema de las listas de esperas quirúrgicas acallaría las críticas sobre sus políticas y gestión sanitaria, pero la crisis de los cribados del cáncer de mama ha supuesto un revés importante para sus propósitos y para su imagen, ya que por desgracia todos y todas tenemos una hermana, una hija, una amiga, una madre o una compañera afectadas.

      Para hacerle frente a esa crisis que pone en riesgo sus intenciones electoralistas, el Ejecutivo ha buscado desviar la atención achacando la situación a posibles errores y falta de facultativos. Además, pretende solucionarlo con el nombramiento de un nuevo consejero de perfil político, pero alejado de la gestión sanitaria y planes de choque que, ahora sí, cuentan con un presupuesto que antes no tenían porque estábamos infrafinanciados.

      Planes de choque adoptados, en su línea, de forma unilateral y sin objetivos clínicos evidentes, basados en gastar millones de euros para contratar a los profesionales que previamente habían despedido tras la COVID. Planes que pueden, en el mejor de los casos, amortiguar el daño generado, pero no acabar con el problema de la sanidad pública andaluza porque, lamentablemente, el tema de los cribados del cáncer responde a una realidad que va más allá de cuestiones puntuales. Estamos ante un desmantelamiento progresivo de la sanidad pública que cuesta vidas y eso no se soluciona con un plan de choque.

      Es más, el sistema sanitario público de Andalucía no necesita esos planes como ocurrencias magistrales, lo que necesita son 18.000 profesionales más para igualar, simplemente, la actual media estatal; algo que no vamos a poder conseguir si no se invierte por persona lo que invierten otras comunidades autónomas, para lo que necesitaríamos 4.084 millones de euros anuales más.

      Por lo tanto, si no se toman medidas y hay un cambio radical en la gestión de la política sanitaria, Andalucía está abocada a replicar lo ocurrido en el cribado del cáncer de mama en otros procesos porque el patrón que sigue el Gobierno andaluz es el mismo: privatización total o parcial de los procesos, falta de controles de calidad y trazabilidad en la externalización de servicios, debilitamiento de los procesos asistenciales con falta de personal de todas las categorías y utilización de las pruebas diagnósticas como control previo de las listas de espera quirúrgicas.

      José-Pelayo Galindo

      Secretario general de la federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía