Comisiones Obreras de Andalucía | 31 mayo 2025.

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    CCOO reivindica el derecho de las mujeres a una salud integral

      La secretaria de Mujer e Igualdad de CCOO de Córdoba, Cristina Soler, recuerda que las desigualdades de género y las diferencias sociales son determinantes en el abordaje de la salud y subraya que la división sexual del trabajo, las particularidades de los accidentes laborales en mujeres y la infradeclaración de enfermedades profesionales en sectores feminizados, son claros indicadores de que la ausencia de una perspectiva de género obstaculiza la eficacia y la equidad de las políticas de prevención.

      28/05/2025.
      CCOO reclama un abordaje de la prevención de riesgos y la salud con perspectiva de género.

      CCOO reclama un abordaje de la prevención de riesgos y la salud con perspectiva de género.

      Hoy se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, un día en el que CCOO vuelve a reivindicar el derecho de las mujeres a una salud integral. “Algo que parece una obviedad, como es que las mujeres tienen el mismo derecho a la salud que los hombres, en realidad no lo es. Está más que comprobado que las desigualdades de género y las diferencias sociales son determinantes en la falta de equidad existente en los indicadores de salud y en su tratamiento. A esta realidad hay que sumar la insuficiente planificación y dotación de recursos de nuestra sanidad pública por parte de la administración sanitaria”, señala la secretaria de Mujer de CCOO de Córdoba, Cristina Soler.

      “La construcción social de roles y funciones de género, sumada a las diferencias biológicas, genera perfiles de riesgo y vulnerabilidad diferenciados entre hombres y mujeres”, remarca Soler quien recuerda que las mujeres se exponen a riesgos psicosociales como la "doble presencia" (atender simultáneamente las demandas del trabajo remunerado y las responsabilidades domésticas y de cuidados), la precariedad laboral o la temporalidad, pero también a riesgos ergonómicos como tareas repetitivas, posturas forzadas, manipulación manual de cargas ligeras pero frecuentes, y el uso de herramientas y equipos diseñados para la fisonomía masculina; así como a la exposición a contaminantes químicos y /o riesgos biológicos sin contar a menudo con la protección adecuada o con equipos de protección individual adaptados a su tamaño. A estos riesgos se deben sumar la exposición a situaciones de acoso sexual y por razón de sexo, que mayoritariamente son sufridos por las mujeres y pueden tener relevantes efectos sobre la salud psicológica y física.

      Por otra parte, cabe destacar la mayor incidencia de los accidentes in itinere en el caso de las mujeres, un hecho estrechamente ligado a la precarización del trabajo femenino que obliga en muchos casos a las mujeres a simultanear empleos parciales. A este respecto una cuestión a destacar es la calificación errónea de accidentes laborales ocurridos "en comisión de servicio" como accidentes in itinere, especialmente en sectores feminizados como la ayuda a domicilio o la limpieza. “Dicho error puede perjudicar a las trabajadoras y facilitar que las empresas no asuman sus responsabilidades legales”, afirma la responsable sindical.

      CCOO se reafirma en su compromiso por la integración de la perspectiva de género en el ámbito de la salud laboral y de la seguridad en el trabajo. “La división sexual del trabajo, las particularidades de los accidentes laborales en mujeres y la infradeclaración de enfermedades profesionales en sectores feminizados, son claros indicadores de que la ausencia de una perspectiva de género obstaculiza la eficacia y la equidad de las políticas de prevención”, afirma Soler quien indica que “proseguir con un supuesto enfoque neutro perpetuado a lo largo de la historia en la prevención de riesgos laborales, no solo minimiza los riesgos a los que las mujeres trabajadoras están expuestas cada día sino que además, invisibiliza los daños que les afectan y son originados en el ámbito laboral”.

      Por ello, CCOO destaca la necesidad de visibilizar las profundas desigualdades que persisten hoy en día para las mujeres y demandar una transformación estructural en la prevención de riesgos laborales, en la investigación sobre la salud y en la atención sanitaria de las mujeres. “Únicamente mediante un enfoque que integre la perspectiva de género será posible que los entornos laborales y la sociedad en su conjunto logren asegurar de forma efectiva la salud y el bienestar de todas nosotras”, hace hincapié la secretaria de Mujer e Igualdad.

      Esta realidad queda reflejada en el resumen ejecutivo del informe “Salud y Género en Andalucía 2025”, publicado por la Consejería de Salud y Consumo a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, que reconoce que la paradoja de género en salud se mantiene. Así, las mujeres tienen mayor esperanza de vida (6,1 años más que los hombres en el caso de Córdoba) pero peor salud y la brecha de género en calidad de vida relacionada con la salud se incrementa conforme disminuye el nivel de clase social y educativo, apunta el citado informe.

      Aunque “entre profesionales de la salud se reconoce la influencia de los factores de género en la salud, se observa una falta de profundidad en el análisis de estas diferencias, observándose una tendencia a banalizar ciertas patologías que afectan más a las mujeres”, apunta el mencionado estudio, que señala el dolor crónico, especialmente de espalda y migrañas y cefaleas, como el padecimiento más frecuente declarado en las mujeres. Según la investigación, se evidencian importantes sesgos de género al respecto que dan lugar a que las mujeres no reciban el esfuerzo diagnóstico y terapéutico que necesitan. Asimismo, y en lo que a mujer y enfermedades cardiovasculares se refiere, a pesar de que los roles de género asignados tradicionalmente suponen un factor de riesgo cardiovascular para la mujer, siguen siendo “poco estudiadas, poco reconocidas, infradiagnosticadas y poco tratadas”, admite el estudio.

      Además, en los últimos cinco años se destaca una mayor dispensación de medicamentos a las mujeres que a los hombres apreciándose en 2023 un destacable ascenso del policonsumo (5 o más medicamentos en las últimas dos semanas).

      “Tanto el consumo de algún medicamento como el policonsumo aumentan con la edad y disminuyen a mayores niveles educativos y de clase social, con brechas más desfavorables a las mujeres. Esto evidencia nuevamente como el género se cruza con otros ejes de desigualdad para determinar el impacto en los procesos de salud, enfermedad y atención”, apunta el estudio.