Comisiones Obreras de Andalucía | 25 abril 2024.

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    CCOO condena el asesinato del vigilante de seguridad de Peal de Becerro en la provincia de Jaén

      El sindicato provincial del Hábitat de CCOO de Jaén condena el asesinato de una vigilante de seguridad en un centro de ocio de Peal de Becerro, un nuevo caso que saca a la luz “la total indefensión del sector de la seguridad privada”.

      25/07/2022.
      Discoteca. Fuente: Phexere

      Discoteca. Fuente: Phexere

      Un trabajador de la seguridad privada, de 29 años, ha sido apuñalado hasta morir en Peal de Becerro mientras prestaba servicio en un local de ocio de la localidad. CCOO de Jaén ha lamentado esta muerte: “era un trabajador que ha perdido la vida trabajando, posiblemente mal pagado, no considerado y desempeñando su labor casi desapercibida por la ciudadanía”.

      El sindicato ha señalado que los trabajadores y trabajadoras de este sector “están expuestos a una gran vulnerabilidad pues desafortunadamente es el único cuerpo de seguridad donde, por imposición, son obligados a trabajar sin el respaldo de otro compañero para abaratar costes. El sector de la seguridad privada no tiende a primar la seguridad de sus trabajadores y trabajadoras, ni de las instalaciones donde prestan sus servicios, ni siquiera de las personas usuarias que hacen uso de esas instalaciones, únicamente prima la parte económica”.

      CCOO ha reclamado que las empresas contratantes de servicios de seguridad privada hagan una evaluación de riesgos laborales del lugar donde se van a prestar los servicios y adecuen el puesto de trabajo para que pueda desempeñarse con ciertas garantías.

      El reglamento por el que se rige el sector de la seguridad privada, el Real Decreto 2364/1994, data del año 1994, algo que CCOO considera completamente obsoleto y reivindica una actualización: “dicha normativa suprimía el carácter de agente de la autoridad, con lo que no gozan de consideración jurídica, trabajan sin medios adecuados, hacen turnos imposibles, no gozan de la simpatía de la ciudadanía porque suelen hacer cumplir normas que les vienen impuestas y es para lo que son contratados, no consiguen casi nunca conciliar vida familiar y laboral, frecuentemente tienen la falta de consideración de sus empresas y de las empresas que contratan a éstas, tienen mal sueldo y aun así prestan un inmejorable servicio a la ciudadanía y ejercen de vigilante de seguridad, y a veces, con todo lo anterior en contra, se dejan la vida en ello”.

      CCOO reivindica que la seguridad en el trabajo “no es una opción, sino un derechos de las personas trabajadoras y una obligación de las empresas, que deben evaluar riesgos laborales, prevención, y dotar a la plantilla de medios en lugar de dejarlos abandonados a su suerte”.