Comisiones Obreras de Andalucía | 18 abril 2024.

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    Sobre sonrisas y programas

    • Artículo de opinión de Susana Torres, secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO de Málaga, publicado el 17 de junio en La Opinión de Málaga

    Hay que ver lo requetebién que sale todo el mundo en los carteles electorales. Con su ropa impecable, su peinado perfecto, su sonrisa afable. Todo está calculado al detalle para que el mensaje que le llegue a la ciudadanía sea justo el deseado: «eh, soy muy buena gente, muy de fiar». Es muy llamativa tanta profundidad en el diseño de la superficialidad frente a tanta superficialidad ante los asuntos que nos afectan profundamente. Y es que en los discursos de campaña prima el marketing frente al contenido. Entonces ¿qué hacemos para decidir nuestro voto? Yo propongo una locura: echarle un vistazo a los programas electorales.

    17/06/2022.

    El PP nos presenta 426 páginas a las que no les falta un detalle. No importa quién seas, hay una promesa para ti: trabajador o parada; ecologista o cazador; hombre, mujer o ninguno; joven o no... está lleno de promesas maravillosas formuladas usando el futuro imperfecto, tiempo verbal que según la RAE sirve para expresar creencias o promesas. ¿Y qué hay del cumplimiento de las anteriores? Porque ya llevan un ratito en San Telmo y las cifras dicen que no han hecho casi nada de lo que decía el anterior programa. Las cifras y ellos mismos que, por ejemplo, en la página 396 (nada menos) dicen que aprobarán «el Primer Plan Integral de Sensibilización y Prevención contra la Violencia de Género en cumplimiento de la Ley Andaluza de 2018». ¿2018?, pues no sé yo si consideran que esto es una prioridad. En realidad tiendo a desconfiar en general: ¿se acuerdan ustedes de Rogelio Velasco, consejero de economía del señor Moreno, cuando le preguntaron si se iban a crear los 600.000 empleos que prometieron en la campaña anterior: «Eso es una forma de expresarse durante una campaña electoral», dijo. Pues se me han quitado las ganas de seguir leyendo «formas de expresarse».

    Más ligero es el texto de Ciudadanos (sí, se presentan). Su programa tiene una versión de lectura fácil de 19 páginas. Gracias. En ellas vemos que se acuerdan de los jugadores de e-Sport, posiblemente el único colectivo que se les ha olvidado a los del PP. Y hacen promesas tan curiosas como que mantendrán el Consejo Andaluz del LGTBI y el del Pueblo Gitano, que no estaba pensado quitarlos pero ahí lo dejan. También afirman que eliminarán los aforamientos, sin caer en la cuenta de que para eso es precisa una reforma de la Constitución, que no es competencia autonómica, pero supongo que piensan eso de «querer es poder».

    Al menos tienen programa. Vox no se ha molestado y se presenta con un panfleto con 10 puntos tan alucinantes como que bajarán los impuestos al tiempo que mejorarán los servicios públicos, que se pagan con esos impuestos. Ningún país del mundo ha logrado tal proeza, pero seguramente ellos tienen la fórmula mágica y algún día nos la contarán. También quieren quitar las subvenciones a los sindicatos, que este año hemos recibido 17 millones a repartir entre todos. De los 16 millones que ha recibido Vox para ellos solitos no dicen nada, por falta de espacio supongo. Aunque el rollo habitual de inmigrantes malos, feministas malas, mundo entero que no sea Vox malo, sí que les ha cabido.

    El PSOE nos ofrece 95 páginas a todo color con pocas fotos y muchos datos, cosa que se agradece. Incluye promesas acorde a los nuevos tiempos como exigir a los bancos que quieran trabajar con la Junta que no cierren en los pueblos o evitar el dumping fiscal. También todo lo que cabe esperar de un partido de izquierdas como impulsar la agenda feminista, bajar el alquiler a los jóvenes y recuperar los servicios públicos, además de alguna cosa de menos izquierda como defender la caza y los toros. Un poco de todo, aliñado con una presentación que clama «nos hemos renovado». Más les vale.

    Y nos quedan los de más a la izquierda; Por Andalucía, que son todos menos Teresa, y Adelante Andalucía, que es el de Teresa menos todos. Ambos son muy similares, muy sociales, muy ecologistas y muy andalucistas. Teresa reivindica que es libre porque no tiene conexiones con Madrid. Los que no son Teresa reivindican que son fuertes porque tienen conexiones con Madrid. Todos reivindican que Andalucía necesita industria, servicios públicos y menos monsergas.

    Esta lectura me ha dejado algunas dudas y mucho dolor de cabeza, pero lo que sí me queda claro es que hay programas llenos de promesas que ya me habían hecho antes. Y que me las volverán a hacer si votamos más guiados por la sonrisa afable que por la memoria crítica. Toca meditar. Y tomar paracetamol.