Comisiones Obreras de Andalucía | 29 marzo 2024.

  • Sectores

    CCOO reflexiona sobre los cambios en el mundo del trabajo para negociar el nuevo contrato social en su Curso de Verano de la UPO en Carmona

      El secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, la directora del curso y secretaria de Formación de CCOO de Sevilla, Merchi Manzano, el alcalde de Carmona, Juan Ávila, y la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Fundaciones de la Universidad Pablo de Olavide, Laura Cruz, han inaugurado la primera jornada de esta acción formativa, celebrada en el Parador de Carmona, y que ha contado con mesas redondas y de debate con ponentes del mundo del trabajo, la universidad y el sindicalismo.

      08/07/2021.
      Inauguración del Curso de Verano de la UPO en Carmona.

      Inauguración del Curso de Verano de la UPO en Carmona.

      Tras un 2020 en blanco por la pandemia, CCOO de Sevilla ha inaugurado este jueves, 8 de julio, su sexta participación en los Cursos de Verano de la Olavide en Carmona bajo el título ‘Cambios en el mundo del trabajo. Negociando el nuevo contrato social’, una acción formativa en la que se abordan las transformaciones que está sufriendo el trabajo tras la COVID-19 y cómo debe renovarse el contrato social de los años venideros.

      El secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, la directora del curso y secretaria de Formación de CCOO de Sevilla, Merchi Manzano, el alcalde de Carmona, Juan Ávila, y la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Fundaciones de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Laura Cruz, han dado la bienvenida a los casi 40 alumnos y alumnas que, con todas las medidas de seguridad frente al coronavirus, han participado en la formación celebrada en el Parador de Carmona.

      Manzano ha agradecido la asistencia y la participación de los sindicalistas de CCOO y ha recordado que “sois un ejemplo del concepto de trabajo en equipo y por eso desde la Unión Provincial de CCOO de Sevilla nos esforzamos por enriquecer cada año en la organización de este curso. Estos dos días de convivencia nos van a aportar sin duda tanto conocimiento como emociones, lo que nos permitirá continuar mejorando nuestra vida y la de la clase obrera a la que representamos”.

      Aristu ha incidido en que “esta es una actividad ya consolidada para nuestro Sindicato y a la que le ponemos mucha ilusión porque nos permite mostrar espacios de reflexión en los que intercambiar impresiones con los agentes sociales. Tenemos la oportunidad de interpretar el mundo en el que estamos y sobre el que queremos incidir y para ello estamos identificando cuáles son los retos que tenemos por delante".

      Para Ávila, “estar inaugurando este curso es un placer. Carmona siempre es un lugar de encuentro y, en este caso, sindicatos, políticos, y empresarios podremos pensar aquí en cómo estar a la altura de lo que necesitan la ciudadanía y los trabajadores para solucionar sus problemas, también los derivados de la pandemia sanitaria”.

      Cruz, que ha señalado la importancia de la Universidad ante los cambios a los que nos enfrentamos, ha apuntado que “estamos ante nuevos modelos que se han impuesto y que necesitan redefinición desde empresas, instituciones, sindicatos y universidad. Debemos aprovechar para construir y humanizar el mercado mediante la conexión con el entorno”.

      Tras el pistoletazo de salida, la primera mesa de debate ha versado sobre ‘Factor de desigualdad en la crisis de la democracia’. Moderada por el secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla, Daniel Moreno, ha contado con las ponencias del director de la Escuela del Trabajo de CCOO, Joan Coscubiela, y por la Doctora en Economía y profesora del Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Paula Rodríguez Modroño.

      Coscubiela ha desgranado en diez puntos la realidad actual a la que se enfrenta la democracia y cuya crisis es poliédrica: “Cada vez hay más derechos que son entendidos como bienes de consumo, con el desequilibrio que ello provoca. Es el caso de la vivienda, que se ha convertido en un producto financiero de alta rentabilidad, o del permiso de residencia, que puedes adquirir siempre que te lo puedas permitir. Se conciben los derechos y la libertad como todo aquello que se puede comprar, sin límites”.

      Rodríguez Modroño, por su parte, ha incidido en el factor de género en la reducción o recuperación del empleo en todas las crisis: “Uno de los errores que hemos vuelto a cometer en la del coronavirus es pensar que los hogares pueden con todo y que pueden asumir todos los trabajos, un error que viene de omitir y dejar fuera de los análisis el trabajo de cuidados no remunerado. Adoptamos políticas públicas que no lo tienen en cuenta y que solo nos llevan a conflictos extremos entre trabajadores por cómo conciliamos ambos trabajos”.

      La segunda mesa redonda ha abordado el ‘Cambio tecnológico y negociación colectiva’, moderada por el secretario de Política Institucional de CCOO de Sevilla, Jorge Carlos Lebrón, y en la que han participado la Doctora en Vigilancia, Seguridad y Políticas Urbanas y Analista de Políticas Públicas de la Universitat de Barcelona, Gemma Galdón, la profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de León, Henar Álvarez, y el secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de la Confederación Sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez.

      Galdón ha instado a “desmitificar el escenario tecnológico actual y a ser conscientes de que nuestras tecnologías nos hablan de un mundo profundamente desigual, porque tenemos una innovación que está orientada a dar más poder a los poderosos. Pero, aunque esté orientada a dar control al empleador, podríamos desarrollar algoritmos que beneficiaran a la persona trabajadora certificando, por ejemplo, las horas extra que echa o el problema médico que de verdad tiene”.

      Álvarez ha manifestado que “la tecnología precariza, y por eso hay que cambiar el procedimiento, la cobertura y el contenido de la negociación colectiva en varios ámbitos: potenciar la negociación sectorial, extender la negociación a las personas autónomas para que la cobertura llegue a ellas, expandir la representación más allá de los centros de trabajo e incorporar nuevas actividades a la representación tradicional”.

      Según Gutiérrez, “es necesario despojarnos de la idea de que la tecnología es neutra y objetiva, porque sus impactos no son livianos. La cancha grande donde nos jugamos el cambio tecnológico está en lo social, en la economía política y en la disputa por los efectos de esta incorporación de la tecnología a los procesos productivos”.

      Tras el descanso de mediodía, el curso se ha reanudado con la mesa redonda ‘Del trabajo a los trabajos. Cuidados y tiempo de trabajo’, moderada por la secretaria de Mujer e Igualdad de CCOO de Sevilla, Pepa Bermudo, y en la que han participado la secretaria de Mujeres e Igualdad de la Confederación Sindical de CCOO, Elena Blasco, la abogada y activista por los derechos humanos y jefa del Gabinete del Ministerio de Igualdad, Amanda Meyer, y la coordinadora de la ONG Acción en Red y experta en formación en materia de igualdad de oportunidades, Belén González Paredes.

      Blasco ha afirmado que “a las mujeres se nos otorgan, desde siempre, los cuidados familiares de forma gratuita y vitalicia, como una obligación que nos persigue a lo largo de nuestra vida. Todos los empleos relacionados con los cuidados y que sí se remuneran están desvalorizados precisamente por eso. Pero ya es hora de que la sociedad garantice el reconocimiento y la dignificación mediante la mejora de sus condiciones laborales y su salud laboral a estas mujeres”.

      Para González Paredes, “la crisis se ha acrecentado entre las mujeres y las migrantes. Tenemos que apostar por modelos sociales y medioambientales justos que permitan una redistribución de la riqueza y del trabajo de cuidados, de forma que no sea una obligación para las mujeres. En este sentido, necesitamos que se produzcan cambios en las mentalidades sociales y en las estructuras socioeconómicas, pero también una autotransformación personal”.

      Meyer ha aseverado que “este contrato social atenta contra las mujeres. Por eso, resulta crucial construir un nuevo contrato social que redimensione el papel de la democracia y en el que las mujeres tengamos un papel protagonista, especialmente después de que hayamos sido las más castigadas en la crisis de la COVID-19”.