Comisiones Obreras de Andalucía | 29 marzo 2024.

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    Acabar con la brecha salarial

      Artículo de opinión del Secretario General de CCOO Almería, Antonio Valdivieso, en relación al 22 de febrero día internacional por la Igualdad Salarial.

      23/02/2021.
      Cartel 22 de febrero

      Cartel 22 de febrero

      Hoy 22 de febrero se celebra el DÍA POR LA IGUALDAD SALARIAL, para reivindicar igual salario por el mismo trabajo o de igual valor y visibilizar la desigualdad que aún existe entre mujeres y hombres. Una brecha salarial que castiga económicamente a las mujeres, por estar expuestas a las discriminaciones y barreras de género que aún persisten para el acceso, permanencia y promoción en el empleo. Les castiga en el presente a trabajos poco cualificados, temporales, precarios, a jornadas parciales o reducidas, a salarios menores y a los más bajos. Y les castiga en el futuro a menores prestaciones y pensiones más bajas.

      La brecha salarial es resultado de muchas desigualdades estructurales, que tienen que ver con cómo se ha gestionado y concebido el mundo del trabajo. A nadie se le escapa que la incorporación de las mujeres en el ámbito laboral no se ha realizado en condiciones de igualdad. Las mujeres se incorporan a un mercado de trabajo organizado con criterios masculinos, donde el trabajo reproductivo y de cuidados no se tiene en cuenta. Esto dificulta de forma importante el acceso, promoción y desarrollo laboral de las mujeres. Una desigualdad entre hombres y mujeres que tiene su reflejo más visible en el hecho de que cobren sistemáticamente menos que los hombres.

      La brecha salarial es una injusticia manifiesta que, además, se repite con mayor o menor intensidad en todos los territorios, en todos los tramos de edad, sectores y ocupaciones.

      A pesar de los progresos conseguidos en el conjunto de la Unión Europea, la plena igualdad de género no ha sido alcanzada en ninguno de los Estados miembros. Según el Índice de Igualdad de Género 2020 del Instituto Europeo de Igualdad, se tardará más de 60 años en lograr ese objetivo.

      Aunque la participación de las mujeres en el mercado laboral ha ido en aumento, la segregación de género en la educación y en el mercado laboral continúa siendo un problema persistente. Las mujeres continúan realizando la mayor parte del trabajo de cuidado no remunerado. Uno de los factores que incide en la brecha salarial de género es el trabajo a tiempo parcial. Tipo de jornada a la que recurren mayoritariamente las mujeres para poder asumir las tareas de cuidados. La mayoría de quienes trabajan con jornada parcial lo hace involuntariamente por no encontrar un trabajo a tiempo completo. Las mujeres ganan menos porque cuidan más a las personas, y cuidan más porque no hay suficientes servicios sociales ni servicios públicos de calidad.

      La juventud, la discapacidad o ser inmigrantes son factores que agravan la brecha salarial de las mujeres.

      La brecha se aprecia en todos los grupos de ocupación, ya que el salario medio de los hombres es superior al de las mujeres, además de continuar persistiendo ocupaciones feminizadas y masculinizadas.

      La falta de igualdad es una falta de justicia y calidad democrática. Para combatir la desigualdad que sufren las mujeres desde CCOO insistimos en que hay que actuar con políticas, recursos y estrategias que incidan sobre los factores estructurales y los roles de género que determinan estas desigualdades, y para que la brecha salarial se sancione y se corrija hasta su total y definitiva erradicación.

      En este sentido, entre las soluciones que proponemos desde el sindicato, subrayamos la necesidad de acabar con un modelo de contratación segmentador y segregador, incluir en la negociación colectiva cláusulas de acción positiva para la promoción y formación de las mujeres, hacer cumplir la obligatoriedad de negociar planes y medidas de igualdad en las empresas y fomentar la conciliación familiar y laboral así como la corresponsabilidad de hombres y mujeres.

      Además, desde CCOO reclamamos una mayor inversión en los servicios públicos de cuidados y dependencia, para que se evite que la responsabilidad de estas actividades recaiga sobre las mujeres y, además, acabar con los recortes económicos, sociales y de derechos laborales que incrementan las desigualdades y la pobreza.