Comisiones Obreras de Andalucía | 19 marzo 2024.

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    Las primeras Comisiones Obreras que surgen en Granada lo serán a mediados de los sesenta en torno a los trabajadores de la construcción, del transporte, la madera, la banca y, en menor medida, en el metal y la química. Las Elecciones Sindicales de 1966 serán utilizadas por primera vez para obtener representación en el sindicato vertical. La mayoría de los cargos elegidos los componen militantes comunistas jóvenes que no habían sido detenidos en la gran caída de 1961 que se llevaría por delante a la mayor parte de la organización de ese partido ?único que había sobrevivido a la represión en Granada en estos momentos-. A estos militantes se les unirán, progresivamente, y en menor medida, sectores cristianos reformistas que se fueron consolidando a raíz del Concilio Vaticano II.

    La organización de las Comisiones Obreras se irá extendiendo a lo largo de toda la provincia en pueblos como Maracena, Pinos Puente, Albolote, Peligros, Atarfe, Motril, Guadix o Iznalloz, además de los barrios obreros de la capital como el del Zaidín, el Polígono de Cartuja o el de La Virgencica, donde se agrupan la mayor parte de los dirigentes obreros de la construcción, fundamentalmente.

    Las Comisiones Obreras de Granada participarán, desde su inicio, en la primera Asamblea Regional de CCOO de Andalucía que se realiza, clandestinamente en Sevilla, en septiembre de 1967. Ese mismo año se crea una Intercomisión donde están representados los militantes de los sectores más organizados. A su vez, en los pueblos crearán lo que ellos denominan ?interlocal?, donde la representación es individual y no responde a una organización sectorial.

    La primera aparición pública de CCOO de Granada se hace coincidir con la Jornada de Lucha del 27 de octubre de 1967 que se había convocado a nivel nacional. En esta ocasión dos centenares de trabajadores se manifestarán, desde la Plaza del Triunfo hasta la sede la los sindicatos verticales, en Gran Vía, para entregarle al Delegado Provincial de Sindicatos un escrito con un programa reivindicativo laboral y político.

    Más allá de conflictos puntuales, estos años suponen la acumulación de fuerzas del movimiento obrero granadino pues su escaso tejido productivo no facilitaba, precisamente, la eclosión de la conflictividad. En estos primeros años las Comisiones Obreras de Granada tendrán un aliado importante entre los estudiantes de la Universidad de Granada que habían ido organizado el SDEUD (Sindicato Democrático de Estudiantes de Granada) y, bajo sus auspicios, se creará el primer número de Nuestra Lucha, revista clandestina de la organización obrera que verá la luz a finales de 1968. Precisamente, muchos estudiantes formarán parte, junto a jóvenes militantes obreros, de las Comisiones Obreras Juveniles que empezarán a funcionar también a finales de 1967. Estos jóvenes serán un aporte activista esencial para apoyar las movilizaciones que protagoniza el movimiento obrero granadino. Así, cuando se está gestando la huelga de la construcción de julio de 1970, las Comisiones Obreras Juveniles serán las encargadas de difundir el anteproyecto de convenio colectivo, motivo por el cual serán detenidos algunos de ellos en la Semana Santa de ese año.

    Un año el de 1970 especialmente grabado en la memoria colectiva de todo el movimiento obrero granadino porque será la huelga general de la construcción de julio la que exprese con mayor contundencia el auge del movimiento obrero en la provincia y que va a quedar interrumpido, dramáticamente, por la muerte de tres trabajadores de la construcción (Antonio Cristóbal Ibáñez Encinas, Manuel Sánchez Mesa y Antonio Huertas Remigio), así como decenas de heridos y cientos de despidos. La fuerte represión hacia los trabajadores de la construcción y la que se derivó, pocos meses más tarde, durante el estado de excepción de 1970-71, no logró paralizar el movimiento obrero, pero sí fue un frenazo al mismo. De hecho, en 1972 se creará el primer despacho laboralista de CCOO en Granada que servirá de apoyo legal a los trabajadores granadinos, así como de asesoramiento jurídico en sus convenios colectivos.

    La represión hacia el movimiento obrero granadino no dejará de ser una constante hasta la muerte de Franco. Así en 1975, con motivo de la celebración del 1º de mayo, serán desalojados por la policía del encierro que mantenían en la Curia Eclesiástica, 35 trabajadores que serán sancionados con fuertes multas y, algunos de ellos, procesados por el TOP. El Gobierno Civil de Granada seguirá prohibiendo acciones reivindicativas como la del 11 de julio de 1976 pidiendo la amnistía y que acabó con una fuerte carga policial en el centro de la ciudad. La preparación de una huelga para finales de abril de 1976 acabaría con la detención el 28 de ese mismo mes de aquellos militantes de CCOO que se habían reunido clandestinamente en el llamado ?Barranco del Sombrero?, a consecuencia de la cual serán detenidos y multados ?algunos de ellos pasarán a la cárcel- 54 militantes de las Comisiones Obreras de Granada.

    Las Comisiones Obreras de Granada, una de las organizaciones más activas para la conquista de la democracia, participó en todas aquellas plataformas democráticas, como Coordinación Democrática, que intentaron aunar a la oposición democrática. Esta Plataforma, que se presentó el 16 de diciembre de 1976, lo sería por Pepe Cid de la Rosa que, a la postre, sería el primer Secretario Provincial de CCOO de Granada. Por otra parte, la necesidad de conquistar las libertades llevó a convocar una huelga general de 24 horas por parte de la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS) el 12 de noviembre de 1976 y que tuvo una amplia repercusión muchas empresas granadinas.

    Finalmente, con la legalización de los sindicatos en abril de 1977 se crearía ese mismo año una primera dirección provisional de la Unión Provincial de CCOO de Granada en una fábrica de terrazos de Maracena y al año siguiente, entre los días 28 y 30 de abril, se celebraría el I Congreso Provincial de CCOO de Granada cuya dirección volvió a recaer en el dirigente histórico Pepe Cid de la Rosa.